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NUESTRO EQUIPO

¿Quiénes somos?

 

Nos gusta lo que hacemos.  Nos apasiona lo que hacemos.

Y siempre es distinto,  y siempre es conocido, y siempre es nuevo.

Es nuevo el cliente, son nuevos sus sueños, su modo de vivir, su familia, sus expectativas, sus anhelos, sus ilusiones.

Y siempre hay una nueva parcela, y una nueva orientación, y una nueva pendiente, y uno se acerca a este nuevo reto con respeto, con cautela, con los sentidos bien abiertos y la mochila vacía de prejuicios, de imágenes preconcebidas, de clichés.

Y la pasea, y la escucha, y la recorre, y la observa callado, como a una mujer que durmiese a su lado.

Y poco a poco empieza a conocerla, a reconocerla, a interrogarla, a saber de sus inquietudes, de sus fortalezas, de sus debilidades.

Y lentamente, casi de forma natural, empieza uno a imaginar volúmenes, sombras, murmullos, claroscuros, lienzos blancos y puros ardiendo bajo el implacable sol de agosto, y hormigón, y acero, y vidrio, y materiales nobles, y luz, y agua, y vida.

Un viejo profesor de la escuela de arquitectura de Sevilla, decía que el asesino y el arquitecto son las dos únicas personas que vuelven siempre al lugar del crimen.

Llevaba razón.

Por eso cuando al cabo de los años de haber acabado la obra, uno vuelve a pasar cerca, y le da por asomarse, ¿qué sé yo por qué?, y se pone otra vez frente a frente, ¿qué sé yo por qué?, después de tanto tiempo, el tiempo se detiene, y los recuerdos se desperezan y se te agolpan, y se te abalanzan sin medida, sin motivo, sin permiso.

Y justo entonces, justo en ese momento, en el que pareces haberte retrotraído a un tiempo pasado, se te dibuja media sonrisa melancólica, y te dices a ti mismo que bueno, que mereció la pena, que la casa sigue erguida, y linda, y enhiesta, viendo pasar la vida a sus pies.  Y que a pesar de haber cambiado de propietario en varias ocasiones, y a pesar de los muchos achaques propios de los años, y del nunca suficiente mimo que a ella le gustaría, y que casi nunca le dan los malvados propietarios, ahí sigue, hierática, hermosa y madura, dispuesta a seguir viendo pasar la vida a sus pies muchos años más.

Supongo, digo, que por esa media sonrisa melancólica es por lo que nos gusta lo que hacemos, por lo que nos apasiona lo que hacemos.

Que siempre es distinto, y siempre es conocido, y siempre es nuevo.

 

P.S. Por cierto, somos  un joven aunque experimentado equipo multidisciplar integrado………….